

1 Corintios 14:2 “Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios”
La palabra lenguas viene del griego glossa que quiere decir lenguaje, habla, idioma. Es importante también tener en mente que son usadas en la vida del creyente en dos formas:
a) Como señal o evidencia de haber recibido el Espíritu Santo
b) Como uno de los dones del Espíritu Santo: “…diversos géneros de lenguas…” (1Corintios 12:10)
SEÑAL O EVIDENCIA DE HABER RECIBIDO EL ESPÍRITU SANTO
Marcos 16:17 dice: “Y estas señales seguirán a los que creen…hablarán nuevas lenguas”. En este versículo la palabra hablarán viene del griego laleo que significa hablar, dando a entender que el creyente hablará un idioma o lenguaje nuevo. La palabra nuevas viene del griego kainos que denota algo nuevo, no acostumbrado, de diferente naturaleza, por tal razón, se dice que se habla un idioma, lenguaje o dialecto nunca antes conocido o hablado por la persona, y en ese sentido es algo nuevo, extraño, de diferente naturaleza, extraordinario.
Esta fue la forma en que los judíos se dieron cuenta que también los gentiles habían recibido el Espíritu Santo “porque los oían que hablaban en lenguas…” (Hechos 10:46), tal como sucedió el día de pentecostés cuando “…comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen (Hechos 2:4). La expresión “otras” del griego jeteros se traduce diferente, es decir, un lenguaje o idioma diferente, nuevo para quien lo habla.
Para una mejor comprensión sobre el hablar en lenguas como señal o evidencia de recibir el Espíritu Santo puede leer los siguientes artículos:
EL HABLAR EN LENGUAS COMO DON DEL ESPÍRITU SANTO
Para recibir dones del Espíritu Santo es necesario primero tener el Espíritu Santo y la señal es hablar en lenguas tal como se menciona anteriormente. Muchas veces se recibe el Espíritu Santo, pero no se continúa hablando en lenguas constantemente porque la persona no se le ha dado el don de diversos géneros de lenguas. Esto tiende a confundir, sin embargo la escritura es clara al hablar de las lenguas como señal al recibir el Espíritu Santo, pero también al continuar haciendolo en forma constante hacemos uso de uno de los dones del Espíritu mencionados en 1 Corintios 12.
La persona que habla en lenguas “…no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios” (1 Corintios14:2). Las lenguas como don, al no ser entendidas por el oyente, solamente edifican a quien las habla pues “el que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…” (v4). También se nos orienta que “el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla…” (v13), es decir, que aún la persona que las habla tampoco las entiende.
En base a lo antes expuesto se pude decir que el don de lenguas, sin interpretación, es para edificación del creyente y pueden ser usadas en oración como dice Pablo “…si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora…¿qué pues?, oraré con el espíritu…” (1 Corintios 14:14-15, hay que orar con el entendimiento (nuestra lengua natal, nuestro propio idioma), pero también el Espíritu de Dios nos impulsa a orar hablando en lenguas como se nos dice en Judas 1:20 “…orando en el Espíritu Santo”.
De igual forma, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad “… pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26). Oramos en el Espíritu hablando en lenguas, pero también gemimos porque el Espíritu intercede por nosotros. Muchas veces hay en nuestra oración un gemir indecible (del griego alaletos que significa inexpresable) mezclado con llanto sin expresión ni palabra, un gemir en el espíritu, pero en ese gemir también aparecen de pronto las lenguas siendo una comunicación sobrenatural con nuestro Dios.
En 1 Corintios 14:15 se nos dice: “…cantaré con el espíritu”, el contexto en el cual está hablando el apóstol Pablo, esto se refiere a cantar en lenguas. De igual manera, se bendice “en el espíritu…” (v16), pero es para edificación del que habla en lenguas, por lo tanto, podemos decir que el hablar en lenguas es para edificación del creyente.
Entre los dones del Espíritu Santo, tenemos el don de interpretación de lenguas, y a este don se refiere Pablo cuando dice “…pida en oración poder interpretarla…” (v13), “…para que la iglesia reciba edificación” (v5), lo cual nos lleva a decir que el don de lenguas cuando existe interpretación es para edificación de la iglesia.
Quizás no se aborda en este artículo todo lo relacionado al hablar en lenguas pero sí lo básico para poder comprender el uso del hablar en lenguas según la escritura y la forma como Dios usa el miembro mas indomable del cuerpo para su gloria (Santiago 3:8).