
Hoy como siempre, el mundo se admira con las palabras suaves, aparentemente “espirituales” de líderes “iluminados”, de hombres o mujeres que llevaron a cabo obras en la tierra. Enviamos en cadena y a través de la Internet los dichos o entrevistas de una serie de personajes que parecen ser los que mejor hablan o que traen aparente bendición a nuestras vidas. En algunos casos somos tan crédulos que con el mensaje escribimos frases como: “No vayas a detener esta cadena.” “Si la reenvías a más de tantas personas recibirás una ‘sorpresa’ o ‘bendición’ y si no, atente a las consecuencias negativas sobre tu vida.”
A continuación resaltaremos algunos de los aspectos de Jesús:
Nacería de una virgen:
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“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14).
Concebido por el poder del Espíritu Santo:
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“…no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.” (Mateo 1:20b).
Su preexistencia: Antes que cualquier ser humano, Jesús ES:
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“…De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.” (Juan 8:57).
El Padre y Cristo son UNO SOLO:
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“Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:30).
A ÉL y solamente a ÉL se le dieron los que han de ser salvos (Los Cristianos genuinos):
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“Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” (Juan 10:29).
La plenitud de la Deidad habita en Cristo:
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“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” (Colosenses 2:9).
Creador del cielo y de la tierra:
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“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16).
¿Qué aspectos de Jesús, de los anteriormente mencionados, podrías igualar con cualquier ser humano vivo o que haya vivido sobre esta tierra?
Si no encuentras alguna que se aproxime al líder más espiritual de esta tierra, actual o muerto, alaba entonces a tu Señor, Dios y Salvador.
¡A ÉL sea toda gloria y honra por los siglos de los siglos, amén!
Jesús: ¿Quién como Él?
